miércoles, 5 de marzo de 2014

Carla: segunda parte (o Carla en Carlisle)

Después de unos días muy ajetreados, ¡vuelvo a la carga!

Como comentaba en mi anterior publicación, el domingo que Carla estuvo de visita, fuimos a Carlisle, una pequeña localidad al norte de Inglaterra, haciendo frontera con Escocia. Como es una fotógrafa excelente, publico todas sus fotos (porque, además, yo tampoco hice demasiadas, la verdad). Por lo que me han contado, Carlisle es un pueblecito que ha pasado de manos inglesas a escocesas y de escocesas otra a vez a inglesas muchas veces, durante muchos años, para quedar finalmente dentro del territorio inglés.



Al salir de la estacin descubrimos que el sol brillaba como hacia muchos dias no lo había hecho, aunque el fíio seguía siendo el de siempre. Empezamos la jornada visitando un poco los alrededores, con calles de puro estilo británico que parecían más encantadoras que nunca bajo los rayos de aquel raro sol de febrero. Visitamos la catedral de Carlisle, pequeñita en comparación a muchas otras pero terriblemente bonita.

Las cristaleras brillaban e iluminaban el interior del edificio llenandolo de bonitos colores y dando mucha calidez a aquel gélido lugar. A mano izquierda, bajando unas escaleritas, encontrabas, medio escondida, una sala de exposición llena de objetos medievales.





Al salir, nos pusimos en marcha hacia el castillo de Carlisle, la otra principal atracción turística del lugar. Estaba a unos diez minutos caminando y muy bien señalizada, así que lo encontramos rápido (¡como para no encontrar un castillo...!)






La entrada al castillo cuesta unas 6 libras, 5 con descuento. Sin embargo, como nosotros éramos un grupo grande nos costó 4 libras y poco más. El castillo es bastante más grande de lo que parece, hay un sinfín de salas (algunas terriblemente claustrofóbicas, la verdad). A pesar de que las estructuras me encantaron, coincidí con el resto del grupo en que no había apenas mobiliario, sólo en algunas habitaciones en las que había objetos para niños. En algunas salas había tablas con información histórica sobre el castillo, pero muy pocas.

Vistas de Carlisle desde el castillo






Acabando nuestra visita, vimos una sala de exposición con objetos bélicos que la mitad de la parte masculina del grupo disfrutó bastante más que la femenina, a ser sinceros.







Y para acabar, qué mejor que pasar un rato en la tienda de souvenirs...


Tras la visita al castillo, poco más nos quedaba por hacer. Comimos en una cafetería "francesa" y al acabar, dimos un par de vueltas más y tomamos algunas fotografías. Como era domingo tarde, sólo algunos comercios tipo restaurante estaban abiertos. El hecho de que además hiciera mucho frío y la ciudadela de Carlisle estuviera cerrada acabaron provocando que volviéramos pronto.

Hizo un sol agradable... ¡Pero un frío terrible!
Esta semana, entre un trabajo que debo entregar, una campaña para una ONG que hemos organizado (a la cual por cierto, os invito a participar con una pequeña donación, hehe), practicar con la guitarra (después de tanto tiempo queriendo aprender, ¡por fin me he puesto! :D) y toooooodos los deberes que no pude adelantar la semana pasada y he tenido que arrastrar esta por haber pasado el fin de semana en Londres (obviamente, esa será mi próxima entrada al blog), apenas tengo un momento para mí. Sin embargo, en cuanto acabe prometo más entradas, más fotos y ¡más aventuras! :)